WELLINGTON/TOKIO (Reuters) – Un nuevo aumento de los casos de Covid-19 se está extendiendo por Asia a gran velocidad, lo que ha llevado a advertir a los ciudadanos de Nueva Zelanda y Japón que tomen medidas para intentar frenar el brote y aliviar la presión sobre los sistemas sanitarios para que no se vean desbordados.
El aumento de casos, en su mayor parte de las variantes BA.4/5 Omicron, pone a prueba a los especialistas que luchan con las secuelas financieras de las anteriores oleadas de la pandemia mientras intentan no ampliar o introducir de nuevo restricciones desagradables.
El gobierno neozelandés informó el jueves de la gratuidad de los protectores faciales y de las pruebas rápidas de detección de antígenos, en un intento de aliviar la presión sobre el sistema sanitario del país, que está gestionando un aumento de pacientes de COVID y de gripe durante el invierno del hemisferio sur.
«No cabe duda de que la combinación del aumento de casos y hospitalizaciones por COVID-19, la peor temporada de gripe de los últimos tiempos y las correspondientes ausencias de personal están sometiendo a los trabajadores sanitarios y a todo el sistema de salud a una presión extrema», declaró Ayesha Verrall, Ministra de Respuesta al COVID-19, en la última actualización.
Las autoridades y los expertos prevén que los nuevos casos diarios de Corea del Sur alcancen los 200.000 entre mediados de agosto y finales de septiembre, y están ampliando las inoculaciones de refuerzo, pero no prevén nuevas restricciones.
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